Soy una persona con serias dificultades a la hora de describirse. Y estaría tan a gusto si no tuviera que hacerlo, para el bien del "ceremonial" que esto exige. En todo caso aquí va una tentativa.
Tengo veintitrés años de casado... digo, de edad; estatura mediana, 1,75m, y me odio por ello, ya que no me fueron concedidos miserables cinco centímetros más - como si la madre Naturaleza dijera: Agustín, serás siempre mediano en todo (para no decir mediocre), no importa lo que intentes. ¡Vaya suerte! Siguiendo, mi pelo es castaño así como los ojos. Anduve algo fuera de forma física por los últimos años... digo, meses, aunque no se me nota mucho gracias a unas camisas que tengo que disfrazan bien los kilitos a más, adquiridos a consecuencia de sucesivas sobredosis de chocolate.
Psicológicamente soy una persona estable, y no tengo muchos vicios. Ni bebo, ni fumo, ni juego. Mi única adicción es mentir en relación a eso. Mi humor es de lo más constante, ya que se cambia a una proporción igual que la en que me cambio de ropa (¡no quiero ser yo cuando vengan los tiempos de calor!). A veces me pone tranquilo, a veces me pone agitado, a veces me deja preso entre Escila y Caribdis y a veces me regala es status de "altamente peligroso".
Mis mayores gustos son el cine, la música y criticar a la tele abierta (especialmente a los presentadores de domingo). Mis disgustos son andar en autobús y la forma física en la que me encuentro.
Un autorretrato bastante acertado, aunque se podrían decir muchas cosas más, ¿verdad?
ResponderEliminarMe ha gustado ver tu blog, aunque nunca hayas tenido el detalle de hablarme de él (ni de tu orkut, ni de tu facebook... menos mal que nuestra amiga Gisela me informa de todo).
Felicidades por tu español, "Agustín", se nota que tuviste una buena maestra nunca suficientemente bien valorada.